El impacto generado por las dos presentaciones del artista puertorriqueño Bad Bunny en Santo Domingo superó todas las proyecciones iniciales, convirtiéndose en uno de los eventos de entretenimiento que más dinamismo económico ha aportado al país en los últimos años.
De acuerdo con datos suministrados por el Ministerio de Turismo, el flujo de visitantes internacionales ascendió a 15,000 turistas, cifra que impulsó notablemente la actividad hotelera, comercial y gastronómica de la capital. Solo en divisas, el movimiento económico alcanzó aproximadamente US$14 millones, sin incluir el consumo adicional registrado en excursiones y servicios complementarios.
La ocupación hotelera experimentó un incremento notable, llegando al 92 %, muy por encima del nivel promedio habitual. Restaurantes, bares, servicios de transporte y operadores turísticos reportaron un aumento considerable en ventas y reservas, gracias al volumen de extranjeros que arribó exclusivamente para asistir a los conciertos.
Los visitantes procedían principalmente de Estados Unidos, Puerto Rico, México, países de Centroamérica, varias naciones sudamericanas y también de Europa y Asia, lo que confirma el alcance global del artista y la capacidad de República Dominicana para atraer turismo internacional a través de eventos de gran magnitud.
Además de asistir al espectáculo, los turistas realizaron recorridos por la Ciudad Colonial, Punta Cana, Samaná y Puerto Plata, generando un efecto multiplicador en diferentes polos turísticos y reafirmando el país como un destino capaz de combinar entretenimiento, cultura y recreación.
Autoridades del sector valoraron el empuje económico generado, destacando que este tipo de actividades contribuye a diversificar la oferta turística, posicionar al país como sede de grandes conciertos y fortalecer el calendario anual de eventos internacionales.

