En los últimos meses, la confianza en el sistema cooperativo dominicano se ha visto afectada tras la denuncia de presuntos casos de corrupción, mal manejo de fondos y fraudes millonarios en distintas entidades financieras, generando preocupación entre miles de dominicanos que depositan sus ahorros en estas instituciones solidarias.
Históricamente, las cooperativas han sido vistas como una alternativa accesible y confiable frente al sistema bancario tradicional, ofreciendo a sus socios la posibilidad de ahorro, crédito y desarrollo comunitario. Sin embargo, los recientes escándalos han puesto a prueba la credibilidad y transparencia de este modelo económico.
“Casos como estos no solo perjudican a los socios afectados, sino que también golpean la confianza pública en un sistema que agrupa a más de un millón de dominicanos en todo el país”, advierten expertos del sector financiero.
Ante esta situación, el Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (IDECOOP) ha iniciado la implementación de nuevas normas y medidas de supervisión, que incluyen auditorías más rigurosas, controles internos reforzados y sanciones más severas para los responsables de irregularidades en la administración de fondos.
Pese a los desafíos, muchas cooperativas mantienen su reputación intacta gracias a una gestión transparente, democrática y participativa, enfocada en el bienestar de sus miembros y el desarrollo local. Estas entidades continúan demostrando que el modelo cooperativo puede ser viable y confiable cuando se rige por los principios de ética y rendición de cuentas.
En el ámbito legislativo, el tema también ha llegado al Congreso Nacional, donde reposa un proyecto de ley presentado por el senador de San Juan, Félix Bautista (Fuerza del Pueblo), que busca fortalecer la regulación y supervisión de las cooperativas en todo el territorio nacional.
La propuesta legislativa, sometida el pasado 18 de agosto y conocida el 2 de septiembre, fue enviada a comisión para su estudio, con el propósito de establecer un marco legal más estricto que garantice la protección de los ahorros de los ciudadanos y la estabilidad del sistema cooperativo dominicano.
“Recuperar la confianza es una tarea urgente. Las cooperativas deben volver a ser sinónimo de seguridad, solidaridad y desarrollo comunitario”, señalaron representantes del sector durante una reciente consulta pública.
Con estas medidas, se espera que el país avance hacia una nueva etapa de transparencia y responsabilidad institucional, donde los ahorrantes puedan sentirse nuevamente seguros de confiar su dinero en las cooperativas nacionales.

